Correr por placer, correr por salud, correr por dinero, correr sin prisas ni tiempo, correr para ganar, para clasificar, correr como reto, correr para escapar, correr porque quiero y puedo. Correr, correr, correr... detenerse, respirar y recuperar el ritmo.... ¿Qué significa para ti correr?
Aunque no me considero una corredora popular habitual sino más bien una apasionada del deporte, hace algunos meses empecé a involucrarme corporalmente en una investigación que implica 'seguir' gente que corre en Barcelona: seguirlos con la mirada, seguirlos corriendo, entrevistándolos, asistiendo a carreras populares, clubes de 'running' y entrenos, seguirlos a su ritmo, seguirlos en sus motivaciones y rutas por la ciudad, seguir sus esfuerzos, sus sitios preferidos y sus historias. Todo esto movida por las ganas de saber lo que significa correr para cada persona y por conocer el impulso que le da tanto 'runner' a la ciudad.
Lo que me he encontrado en este tiempo es una amplia variedad de motivaciones y percepciones por parte de las personas para llevar a cabo algo que va más allá de un simple deporte. He descubierto que existen 'muchas Barcelonas' posibles para trazar rutas y hacer kilómetros y que pareciera que éstas se llegan a unificar por el movimiento de la práctica cotidiana, sin embargo, lo que se produce es todo lo contrario, es decir, un desdoblamiento y una multiplicidad de vías para entender el 'running'. Acompañar a la gente que hace 'running' ha significado también descubrir micro universos localizados en cuerpos e historias diferentes entre sí. Porque, aunque pareciera que el 'running' homogeneiza a todos los que lo practican, es cierto que las motivaciones y las experiencias de la propia práctica y de la ciudad vivida cambian constantemente.
A través de los kilómetros y los relatos de los 'runners' he venido comprendiendo que lo que a veces se ve a simple vista como 'la moda del running', en realidad no es un discurso sencillo, superficial y pasajero que toma una práctica de la vida cotidiana y la convierte en norma, sino que el correr trae consigo un entramado complejo de relaciones y devenires entre las circunstancias urbanas, las corporales y las tecnológicas por ejemplo, las cuales en los últimos años han tenido un papel interesante en la experiencia que vive el corredor popular.
Cada grupo que se junta a entrenar, cada negocio dedicado a abastecer servicios o productos para correr, cada paso que los corredores dan en las calles, en la playa y en la montaña, forman parte de una cultura popular que genera una marca casi identitaria en una de las tantas Barcelonas por descubrir.
Lo que se re-significa en la ciudad cada vez que alguien pasa corriendo es, entre tantas cosas, un contexto apto para hacerlo, un buen clima, sentidos de comunidad, seguridad, accesibilidad al espacio público, gente privilegiada que puede preocuparse por su salud, la relación con uno mismo y con el entorno urbano, la búsqueda de conexión con personas y ambientes. Correr también re-significa nuestra relación con el propio cuerpo y con el uso de las tecnologías modernas que moldean nuestra experiencia.
Ser 'runner' puede ser o no una identidad, correr puede significar una moda, un estilo de vida, una motivación, un privilegio o una búsqueda, sin embargo, no creo que valga la pena querer encontrar un sólo camino para definirlo porque lo que yo veo claramente es un entramado de escenarios que se comunican a través del movimiento y que se reconfiguran constantemente. El cuerpo, la tecnología, la ciudad, las prácticas colectivas, el marketing y la salud son sólo algunos de los elementos que se ponen en juego cuando nos adentramos en este mundo.
Elisa Herrera Altamirano
eherreraal@uoc.edu
5 febrero, 2017
Commentaires